Para mi Inma no es solo una profesora de yoga, yo digo que es mi maestra. Hace ya unos años nos propuso a sus alumnos de yoga, crear un grupo con los que estuviéramos interesados en hacer un trabajo de crecimiento personal. Es un trabajo interior, complementario al yoga, de carácter individual, pero que te conecta de una forma más consciente con todo lo que te rodea. Por eso, ahora, después de este tiempo que llevamos trabajando, el Grupo, como le decimos, se ha convertido también en un espacio de encuentro con los compañeros muy entrañable y muy enriquecedor. Aunque se trata de un camino lento (en realidad, para toda la vida), en el tiempo de trabajo que llevamos puedo decir que ya he notado algunos cambios en actitudes negativas que tenía y algunas personas también me lo han dicho. Por otro lado, dado que es un trabajo individual, cada uno evoluciona a su ritmo. Queda mucho por hacer pero yo espero poder seguir por mucho tiempo teniendo el privilegio de que nuestra maestra nos siga guiando en este camino y poder seguir compartiendo con mis compañeros, con los que hemos creado una pequeña “familia”.